Tito El Tigre Perseverante
Había una vez, en lo profundo de la selva, un tigre llamado Tito. Tito era un tigre muy curioso y lleno de energía.
Siempre le encantaba explorar y descubrir cosas nuevas en su hogar selvático.
Una mañana soleada, mientras paseaba por el espeso bosque, Tito vio a unos monitos saltando de rama en rama con una agilidad asombrosa.
Su corazón de tigre se llenó de curiosidad y admiración, así que se acercó a ellos con una sonrisa.
"¡Hola, amigos monitos! ¿Cómo hacen para saltar tan alto y tan lejos?" preguntó Tito, con los ojos brillantes de emoción.
Los monitos, al ver al amigable tigre, se detuvieron en su juego y le respondieron con amabilidad: "¡Hola, Tito! Saltamos así porque entrenamos todos los días y nunca nos rendimos, ¡la perseverancia es nuestro secreto!"
Tito quedó impresionado y decidió intentarlo él también. Se paró debajo de un árbol y saltó, pero no logró alcanzar la rama.
Se cayó al suelo y se lastimó la pata. Estuvo a punto de rendirse, pero recordó lo que le habían dicho los monitos sobre la perseverancia.
Así que Tito decidió practicar todos los días. Al principio, sus saltos eran pequeños, pero poco a poco fue mejorando. Aunque a veces se caía, nunca dejaba de intentarlo.
Un día, después de mucho esfuerzo, Tito logró saltar y agarrarse de una rama. ¡Lo había logrado! Se sintió muy feliz y orgulloso de sí mismo.
Desde entonces, Tito entendió que con perseverancia y práctica podía lograr lo que se proponía. Y así, se convirtió en el mejor saltador de la selva.
Fin
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